Después de la reunión de avivamiento en la Plaza Yeouido

Jehová hablando con su propia voz sentado en el trono del Cielo En 30 de mayo de 1973, el predicador de avivamiento mundialmente famoso, Billy Graham celebró una reunión de avivamiento espiritual de nivel nacional en la Plaza de Yeouido en Seúl. Los cristianos de todo el país llegaron a unirse, pusieron las señales de su iglesia y estaban sentados sobre los tapetes o periódicos puestos en el suelo para rezar y cantar himnos, esperando escuchar el sermón de dicho predicador. Me senté entre ellos. En ese momento, Dios ya me había dado la misión del Segundo Olivo, pero también me había ordenado mantener todo en secreto hasta que llegara un momento adecuado. Sin embargo, al conocer la noticia de la reunión de avivamiento espiritual, me dirigí a la Plaza de Yeouido. Después de ver cuidadosamente a muchos cristianos que adoraban a Dios, volví a Ssangmun-dong, donde yo vivía. Más tarde esa noche, subí a una colina pequeña para orar a Dios. Tenía curiosidad por lo que pensaba de las personas que se reunieron ese día en la Plaza de Yeouido, así que le pregunté: “¿Qué va a pasar con ellos?” Regresé a casa a dormir. A la una de la madrugada, un ángel me vino en una visión y me dijo: “El Señor Dios quiere verte”. Mientras seguía al ángel, el cielo se abrió y un gran resplandor brilló hacia abajo a la tierra. Después, se despegó una alfombra reluciente pintada con colores de arco iris y llegó hasta la punta de mis pies. Fue entonces cuando oí una voz del cielo que decía: “Súbete a la alfombra”. Me paré sobre la alfombra y levanté la vista para ver el trono de Dios. Jehová me habló desde el brillante resplandor. “Yo, Jehová, escuché la pregunta que hiciste más temprano. Escuche con atención. No importa cuántas personas se reunieron. Si la reunión no está de acuerdo con Mi Providencia, no tiene nada que ver conmigo. Sólo aquellos que permanecen fieles a Mi Providencia pueden tener éxito en el cumplimiento de mi voluntad divina y puede entrar a mi mundo”. Luego me desperté de mi sueño y pensé cuidadosamente en las palabras de Dios pero era difícil entenderlas.