Jardín del Edén (mayo de 1970)

Autor sumergido su cuerpo en un río en el Jardín del Edén

En una visión, me encontré caminando en un cerro un día cálido de la primavera. Había un arroyo, y al lado del arroyo había pequeños valles llenos de diversas flores y arbustos. El arroyo llegaba hasta los tobillos y era de unos 20 metros de ancho. El fondo estaba cubierto de guijarros y yo estaba asombrado por el flujo brillante del arroyo. Mientras caminaba por sus alrededores, me corté la mano con una rama, dejando una herida en la muñeca izquierda. Sin embargo, cuando entré en el agua sumergiendo mi cuerpo y me levanté para salir, me sorprendió encontrar la herida de la muñeca completamente curada. Sentí que este es el río espiritual en el Jardín del Edén. Por otro lado, me pregunté cómo Adam parecía y cómo vivía en aquellos tiempos antiguos, pero no vi ninguna persona o animal alrededor. Cuando me desperté de mi visión, me decepcionó al no haber visto ni Adán o animales. Pensé por qué Dios no me presentó Adán. Tal vez fue porque, según la Biblia, Adán fue creado en la forma de Dios y por lo tanto ver a Alán significaba ver Dios.