Segunda audiencia com Jehová (enero de 1974)

Jehová mostrando la inmensidad del universo a través del gran orbe

No mucho tiempo después de haber comenzado la Santa Iglesia Edén, tuve la oportunidad de acercarme al trono de Jehová y encontrarme con Dios por segunda vez. Dios me preguntó sobre el progreso de mi trabajo en la tierra. Cuando le di las condiciones, Dios me preguntó una vez más lo que yo pensaba que se debe hacer. Pedí permiso para obtener más autoridad y más poder, ya que era mucho más difícil de llevar a la gente en comparación con la época del Primer Olivo. Dios respondió: “Progresa, pero no revela conteudos a otro”. Luego Dios me dijo que se acercara, así que me fue hacia el trono. A mi izquierda y a la derecha de Jehová había un orbe con apariencia de perla y del tamaño de una pelota de baloncesto sobre una mesa de un metro de altura. El orbe brilló con colores deslumbrantemente luminosos por dentro. Dios dijo: “El universo es tan vasto que no se puede ver en vista simple. Mira en el interior.” Cuando miré fijamente en el interior del orbe, pude descubrir que lo que pasaba eran las galaxias enteras. Algunas eran de forma oval y de forma redonda, mientras otras estaban vacías en su centro como donas cósmicas. Pero en ese momento no tenía ni idea de que se trataban de las galaxias. Fue sólo después de algún tiempo cuando los científicos empezaron a publicar imágenes tomadas desde el espacio profundo y vi las primeras imágenes reales de las galaxias distantes. Sólo entonces realmente me di cuenta de que las había visto en el orbe con apariencia de perla ante Dios. A Dios le di las gracias por enseñarme acerca de la inmensidad y mística del universo con tanta antelación. Fue realmente un privilegio experimentar tales revelaciones ante el trono de Dios y junto con los ángeles.